Cette fiche de civilisation espagnole en prépa HEC sur les féminicides en Amérique Latine peut être aussi bien utilisée par des élèves de cours de prépa HEC que des élèves de cours de prépa scientifique. Elle aborde dans le détail l’augmentation récente des violences de genre en Amérique Latine. Cet article est en quelque sorte une fiche de lecture pour ce thème d’espagnol.
Fiche civilisation : les féminicides en Amérique Latine
Depuis plusieurs mois des manifestations qui réunissent des milliers de personnes pour dénoncer la violence de genre et les féminicides en Amérique Latine ont lieu. Les 9 et 10 mars derniers, les femmes se sont ainsi mobilisées contre les violences de genre en Amérique Latine dont elles sont victimes en raison de leur statut de femmes.
Les femmes mexicaines ont envahis les rues des grandes villes, puis en organisant une journée morte, « UnDíaSinEllas », durant laquelle elles ont déserté les espaces publics, les écoles où elles n’ont pas donné cours, leurs entreprises, cherchant ainsi à sensibiliser l’ensemble de la population contre les féminicides en Amérique Latine.
Comme l’augmentation des violences de genre en Espagne, ces dernières années, le nombre de féminicides en Amérique Latine (meurtres de femmes en raison de leur seule qualité de femme) a sensiblement augmenté dans la région, en proie à une violence endémique.
Bien que des disparités très importantes existent entre les pays de la région, les femmes sont les premières victimes conjugales en Amérique latine, pour des raisons sociales, culturelles, économiques mais également en raison de l’impunité et la corruption qui empêchent d’assurer leur protection et de mener le travail d’enquête en cas d’agression ou d’homicide. Globalement les inégalités en Amérique Latine entre les hommes et les femmes sont très prononcées.
Face à ce phénomène, de nouvelles réponses sont apparues. Certaines sont apportées par les gouvernements qui développent des campagnes de sensibilisation et de prévention ; d’autres par la population à travers des performances dans l’espace public ou des travaux collectifs comme le « bordado ». A Paris, cette année passée, nous avons pu voir fleurir sur les murs des messages qui dénoncent les violences faites au femmes et les féminicides.
Desde hace ya varios años, la cuestión de la violencia de género y del feminicidio sacude a muchos países de Latinoamérica, ocupando las primeras planas de la prensa nacional y local, generando marchas multitudinarias, y movilizando los poderes públicos.
1. ¿Qué son la violencia de género y el feminicidio?
El feminicidio se define como la muerte violenta de mujeres por razones de género (es decir por el mero hecho de ser mujer). Constituye el grado máximo de violencia contra las mujeres y una de las manifestaciones más evidentes de la discriminación que sufren.
Para que un crimen sea calificado de feminicidio, tiene que reunir varios elementos que permitan afirmar que el acto de violencia está intrínsecamente relacionado con la pertenencia de género. A título de ejemplo, se toma en cuenta antecedentes de acoso hacia la víctima, signos de violencia sexual o mutilaciones, los vínculos sentimentales o afectivos entre el agresor y la víctima, etc.
La palabra feminicidio empezó a difundirse a partir de los años noventa, fue retomada primero por los movimientos feministas antes de convertirse en una categoría jurídica para calificar dichos crímenes.
El feminicidio no es un fenómeno propio de los países del Sur, o que sufren altos grados de impunidad, ya que se da también en países más avanzados, como España.
En cuanto a la “violencia de género”, es una noción más amplia, que abarca cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres y que pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, sin importar si ocurre en el ámbito público o privado. Incluye la explotación y el tráfico de mujeres y niñas (trata de blancas) así como la violencia económica (privación de recursos).
El gran cambio que se ha producido en los últimos años es que se considere la violencia de género ya no como un asunto personal y privado sino como un problema público. La lucha contra los feminicidios y la violencia de género van de la mano.
2. México y Brasil con mayor número de víctimas
En Latinoamérica, México y Brasil son los países que registran el mayor número de víctimas con respectivamente 976 (cifra para 2019, México) y 1206 (Brasil, 2018) feminicidios. Sin embargo, existe una polémica acerca de la tipificación de los crímenes y una subestimación de los feminicidios. En total, unas 4000 mujeres fueron asesinadas en México durante el año 2019. En este país, los feminicidios se han duplicado en los últimos cuatro años.
La cuestión del feminicidio no es nada nueva ya que Ciudad Juárez, ciudad fronteriza del norte de México, conoce una ola de violencia en contra de las mujeres desde los años 90, razón por la cual fue apodada “la ciudad que mata a las mujeres”. En 2008, por primera vez fue discutido un caso de feminicidio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, conocido bajo el nombre del “Campo Algodonero”: el Estado mexicano fue designado como responsable de la muerte de ocho muchachas desparecidas en Ciudad Juárez. Pero la gran mayoría de los casos siguen sin resolver debido a la impunidad y el alto nivel de corrupción de las instituciones y la policía locales, a pesar de que fueron hallados cientos de cuerpos de mujeres con signos de abusos sexuales en el desierto y en fosas clandestinas.
Otra dificultad radica en que, como en muchos países de la región, es difícil encontrar cifras únicas actualizadas de feminicidios, aunque organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y periodistas trabajen continuamente sobre la cuestión.
Si bien México y Brasil presentan cifras altísimas de feminicidios, los países centroamericanos son los que encabezan el ranking de las regiones con las tasas más elevadas en cuenta a feminicidios. En proporción con su población, son los países más afectados, encabezándolos El Salvador y Honduras: 6.8 feminicidios/100 100 mujeres para El Salvador, 5.1 para Honduras.
3. Las movilizaciones en torno al rechazo de violencia hacia las mujeres
El reconocimiento del feminicidio como crimen específico así como la concientización que se ha dado en la sociedad civil, y especialmente entre las mujeres, han desembocado en una serie de manifestaciones y expresiones muy variadas que pretenden dar a ver la violencia ejercida contra las mujeres y reclamar una soluciones por parte de los poderes públicos.
Así, en los últimos años se han multiplicado las marchas en Argentina, Chile, Perú, Colombia, México, en las cuales las manifestantes usan el cacerolazo (saliendo a la calle y dando golpes sobre cacerolas) para llamar la atención de los poderes públicos y pedir cambios, enarbolan pañuelos verdes y tiran diamantina rosa (paillettes) a modo de resistencia, y llegan a veces a pintar y cometer destrozos en el espacio público, dando a ver su exasperación ante la poca protección que se les ofrece a las mujeres víctimas.
También se ha optado por el performance, por ejemplo con el baile “Violador eres tú” difundido por las redes, o exhibiciones en las calles para sensibilizar a la opinión pública cubriendo las calzadas con zapatos rojos que parecen ensangrentados, para simbolizar la violencia sufrida por las mujeres.
El 9 de marzo pasado, las mexicanas decidieron organizar una jornada llamada “UnDíaSinNosotras”/ “UnDíaSinMujeres”, durante la cual desertaron el espacio público, los transportes, las escuelas y universidades y sus lugares de trabajo para hacer evidente la importancia de su presencia en la sociedad y sensibilizar a la opinión pública a los problemas y amenazas que sufren a diario. El resultado fue muy impresionante, habiendo sido muy seguida esta iniciativa.
Por fin, algunas han elegido reagruparse para ponerse a bordar los nombres y las historias de las víctimas y así rendirles homenaje y luchar contra el olvido.
Estas movilizaciones se insertan dentro de un contexto mundial de reclamo por un mejor reconocimiento de los derechos de las mujeres, pero el tema sigue siendo particularmente candente en Latinoamérica por inscribirse dentro de marco de una violencia crónica y generalizada que penetra toda la sociedad en esta región.
4. Evitar la violencia gracias a la legislación y la prevención
Uno de los mayores avances ha sido, ante todo, dar a ver y reconocer los diferentes tipos de violencia que afectan a las mujeres en Latinoamérica.
Uno de los ejes posibles para acabar con la violencia de género es el de la educación y de la prevención. Se han implementado varios programas en Latinoamérica en materia de sensibilización.
En Ecuador, se ha desarrollado el circuito “Toda Una Vida Sin Violencia” que propone actividades lúdicas y deportiva. Uruguay y Venezuela han optado por la Iniciativa SOMOS (Red del Deporte para el Desarrollo de América Latina) que promueve la inclusión de las niñas y mujeres a través de juegos y actividades deportivas tales como el fútbol femenino.
En muchos lugares se imparten talleres de prevención en los cuales se les enseñan a los participantes a detectar los signos de violencia y a actuar para evitarla (“Vida sin Violencia” en México, “Campaña Nacional contra la Violencia hacia las mujeres” en Argentina).
Se busca así desconstruir patrones socioculturales desfavorables y/o discriminantes para las mujeres.
Por otra parte, los gobiernos fomentan estudios para entender mejor los mecanismos de la violencia hacia las mujeres y promueven acciones que permitan una mayor seguridad y un mejor acceso a la justicia para las víctimas. Tal es el caso del proyecto “Ella Se Mueve Segura”, que busca mejorar la seguridad en el transporte público en Buenos Aires, Quito y Santiago de Chile. En algunas capitales, como la Ciudad de México, algunos vagones están reservados solamente para la mujeres en las horas pico para evitar los acosos.
Finalmente, el trabajo en torno a la legislación resulta fundamental para mejorar la calidad de vida de las mujeres y erradicar la violencia. Los diferentes tipos de violencia han podido ser incorporados como delitos en los códigos penales. Se trata también de reforzar las leyes y reglamentos sobre la violencia de pareja o intrafamiliar así como los dispositivos de protección y reparación para las víctimas . Este proceso es imprescindible, siendo Latinoamérica la región más letal del mundo para las mujeres hoy en día.
Les langues vivantes représentent environ 25% des coefficients de la BCE en ECG. Les langues ne doivent donc pas être négligées pour les étudiants qui visent les meilleures écoles de commerce de France.
Il est également conseillé de s’exercer sur des annales de langues de la BCE en complément des fiches de cours d’espagnol.
De cette manière vous améliorerez votre prononciation en espagnol à l’oral et adopterez des automatismes de rédaction à l’écrit.
Elsa
A propos d’Elsa : Normalienne (ENS lyon) passée par une prépa littéraire, Agrégée d’espagnol, Docteur ès Lettres et Civilisation hispanique, Maître de conférence à Paris III Nouvelle Sorbonne, membre du jury de l’ENS Ulm. Elle donne cours pour Groupe Réussite avec de nombreux élèves.